La bola, los terminales y la charada

Fuente original: La bola, los terminales y la charada

13 Mayo 2009

Autor: Hanzo Martinez

Artículo modificado con base en el original.

El Chino de la Charada
La charada es un juego de azar representado por un asiático, en cuya cabeza trotaba un caballo, representado por el número 1. La mariposa que se le metía por la oreja derecha era el número 2, y así consecutivamente hasta llegar a la cachimba humeante en su mano izquierda, ósea, el 36 o número final.
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¿Qué es la bola, los terminales y la charada?, éstos son términos y bromas relacionadas con números y juegos que muchas veces no son muy bien comprendidos.

En Cuba la “bolita” o la “bola” es más que un juego de azar, se trata de una cábala onírica y numérica. Ese juego no es más que una variante de lo que antaño se llamaba lotería nacional. También se le conoce como terminales o charada, con una que otra variación.

Básicamente son bolitas numeradas del 1 al 100, como las del Bingo, pero con la diferencia de que cada número tiene algo asociado, alguna cosa, persona o animal. A veces un mismo número tiene asociadas 2 ó 3 cosas distintas.

La cábala onírica consiste en que si alguien sueña con algo que aparece en los terminales, es una señal de que el número asociado con lo que se soñó saldrá premiado.

Cuando se le pone dinero a algún número en especial, se dice que se hace una apuntación, y los que llevan el control sobre los números que salen, o las "tiradas", es el bolitero. A la persona que toma las apuestas, se le llama apuntador (ya que es el que apunta el número que se va a jugar).

Este juego de azar es prohibido, y por lo tanto, se juega de manera clandestina. También se acostumbra jugar a la lotería en base a lo que se soñó, usando los números de la bola.

Muchas de las bromas que se hacen en La Tremenda Corte se basan en los números y las asignaciones de estos en la bola.

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Pototo y Filomeno: Entren, que caben tres...

Autor: Editor

En medio del jolgorio armado en una fiesta de barrio, el coro repite con insistencia “Entren, que caben cien” y Héctor Lavoe responde: “cincuenta paraos, cincuenta de pie / Oye, que caben, que caben bien”. Se trata de Timbalero, éxito salsero de 1972. Treinta años antes, los músicos y humoristas cubanos Pototo y Filomeno grabaron con el grupo Melodías del 40 el tema Carta a Mamita.

Allí Poroto en su divertido y enredado lenguaje cuenta de la muerte de su tío Sinesio, quien era tan pobre que fue velado en una casa donde sólo cabía el difunto y tres personas más, por ello para ordenar la entrada y salida al velorio, Pototo desde la puerta cantaba: “entren, que caben tres” (de tres en fondo vayan pasando).

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Relampaguicidio (Guión del episodio de radio)

Autor: Editor

A continuación podrás leer el guión del episodio de radio Relampaguicidio , es cual se transcribió a partir del audio del programa, intentando respetar todos los diálogos y expresiones de los personajes, incluso aquellas que son improvisaciones por parte de los actores. Por lo tanto reiteramos que tomes en cuenta que esta no es una reproducción del guión original de aquella época, sino una transcripción.

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Historia de Jueces

Fuente original: DE TOCHO (Blog)

30 Diciembre 2008

Autor: Juan Carlos Cortes

Extracto del artículo original.

Tres Patines - Tape Cassette Art
El tremendo juez escucha la declaración de Tres Patines (Episodio: Atomicidio)

Hay jueces inolvidables...

Años después de muerto, Aníbal de Mar ha sido una voz autorizadísima para hacer reir.

EL Tremendo Juez sin nombre, patrón de otro sin nombre como era el Secretario, ha sido un personaje entrañable. Cómplice involuntario de uno de los peores delincuentes de América Latina y a la vez uno de los mejores cómicos del continente, Leopoldo Fernández "Tres Patines".

El Juez sin nombre, que condenaba cada noche en Cuba al hijo de Mamita a finales de los años cincuenta se caracterizaba por esa voz engolada y elegante con un inconfundible toque costero que igual repartía multas de un peso, aplicaba condenas de 20 días o reclamaba por que no le echaran relámpagos en su Tremenda Corte.

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El arte de Tres Patines

Fuente original: Revista Nexos (México), Num.298 (edición impresa), págs 93-95

Octubre 2002

Autor: Gilberto Calderón Romo

La Tremenda Corte - Juez y Tres Patines
Leopoldo Fernández (Tres Patines) y Mimí Cal (Nananina) durante una de sus memorables actuaciones en RHC Radio en La Habana, Febrero de 1961.

Cuando el genial cómico José Candelario Tres Patines salió de Cuba hace cuarenta años a principios de 1962, atrás dejaba un mundo en derrumbe para no volver jamás. Desde octubre de 1960 el nuevo gobierno de los barbudos había incautado CMQ, Radio Reloj, CMBF y el Canal 6 de televisión, estandartes del imperio de las comunicaciones del legendario Goar Mestre. Por los pasillos del Radiocentro se mezclaban bailarinas y coristas de postín con los jóvenes militares de uniforme verde olivo que empezaban a surgir como los nuevos astros del espectáculo.

El país no estaba para fiestas de cabaret y de casino y menos para humoradas pintorescas, por lo que gente como Tres Patines que habían venido prosperando ante regocijados públicos en los teatros populares y frente a los receptores de radio y televisión, tuvieron que sumirse en la oscuridad o emigrar. Otros, como Rosita Fornés y muchos músicos, se quedaron.

Lo que se imponía entonces era difundir los juicios públicos a los esbirros de la tiranía y las prolongadas sesiones de discursos revolucionarios que comenzaron a tomar el lugar de las radio-novelas, como aquella famosa El Derecho de nacer del santiaguero Félix B. Caignet. No más programas como el de La Corte Suprema del Arte, ni la hora de Clavelito, inventor de la radio interactiva —mucho antes del desarrollo de la Internet—, ni tampoco viviendas obsequiadas por el Jabón Candado ni las promociones publicitarias de la Casa Crusellas. Todo eso terminó bajo la prisa por construir una nueva sociedad de guajiros y jóvenes barbados.

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Cástor Vispo: el tremendo autor de La Tremenda Corte

Fuente original: Editorial Electrónica Cubaliteraria

24 Setiembre 2010

Autor: Jorge Tomás Teijeiro

La Tremenda Corte - Juez y Tres Patines
Ilustración reciente de La Tremenda Corte en una carátula de DVD.

Corría el año de 1941. Cada noche, de lunes a viernes, por las ondas radiales de una renombrada emisora nuestra se transmitía un sketch humorístico. Se trataba de la escenificación de un juicio celebrado en un supuesto Juzgado Correccional, es decir, el tribunal que atendía delitos de menor cuantía en las comunidades de la época.

El creador y autor de La Tremenda Corte era Cástor Vispo, quien con sólo dieciocho años de edad había llegado a Cuba desde su ciudad natal, La Coruña, una de las provincias gallegas, y amén de trabajar en varias labores administrativas, se dedicó en sus ratos de ocio a escribir y dar su aporte a nuestra cultura. Valga señalar que fue también escritor para la prensa y el teatro, en muchas ocasiones con visos de humor, pero, sin dudas, fue muy conocido y reconocido por sus guiones de los programas radiales.

Después que salió al aire La Tremenda Corte, pronto el programa registró, en los surveys (encuestas de audición) de la época, una gran preferencia, especialmente en las capas más pobres de la población, que veían reflejados en ese programa los problemas usuales de su entorno. Recordamos que los personajes y sus intérpretes fueron:

  • El Señor Juez: Aníbal de Mar (quien también caracterizara al personaje de Filomeno y a Chan-Li-Po el detective chino)
  • Tres Patines: Leopoldo Fernández (quien caracterizara también al personaje de Pototo)
  • Nananina: Mimí Cal
  • Rudecindo (el gallego): Adolfo Otero, quien también había hecho el papel de peninsular en nuestro teatro vernáculo.
  • El Secretario: de poca participación en el guión, hablaba sólo para exponer sintéticamente el presunto hecho delictivo y quizás alguna pequeña intervención posterior.
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